sábado, 6 de enero de 2024

 HASTA LA MUERTE – UNTIL I DIED

(Publicado en "Columnas Blancas el 20/4/2020)



En estos largos días en que cada cual trata de pasarlos de la forma más entretenida posible, rebuscando en esa plataforma televisiva llamada Netflix algún documental interesante, me encontré con uno dedicado a un equipo de fútbol inglés, para nada se trataba de uno de esos todo poderosos de presupuesto estratosférico , todo lo contrario , un modesto en el cual , su afición desde su fundación allá por el 1879, ha sido fundamental, el Sunderland FC El título del documental, “Til i died”, ya de entrada me impactó, prácticamente idéntico a nuestro “hasta la muerte”. Sin querer hacer un “spoiler”, (expresión muy de moda ahora que viene a significar que cuentas lo que sucede en la serie), sí que me llamó mucho la atención los lazos, a veces casuales, que el Sevilla F.C. tiene con este histórico equipo inglés, la fidelidad de sus aficionados a sus colores es una de ellas, pero hay más. Recordé haber leído no hace mucho, gracias a labor de investigación del área de historia del Sevilla del que tuve el honor de formar parte un tiempo, la historia personal del que fue nuestro primer capitán, Hugo Maccoll:
“En 1895, el primer capitán del Sevilla FC, Hugh MacColl, regresaba a Reino Unido después siete años en el extranjero, instalándose en Sunderland. Junto a su socio comercial John T. Jameson, reabrió los talleres de ingeniería en Wreath Quay, en el lado norte del río Wear, cerca del Puente Wearmouth. Pollock, que ya trabajaba en Manchester, se trasladó al norte para reunirse con su antiguo colega en la Portilla White y compañero de equipo en el Sevilla FC, y luego fundaron la enormemente exitosa firma MacColl and Pollock en Wreath Quay. Los talleres de M & P estaban muy cerca del estadio del Sunderland AFC, en un momento en que el club competía entre los mejores de la Primera División, la actual Premier League, habiendo ganado los títulos de Liga en 1892, 1893 y 1895. 


EL SAFC disfrutó de vínculos estrechos con algunos de los propietarios de las empresas de ingeniería más importantes del Wear, quienes proporcionaron no solo un trabajo para muchos de los jugadores del club, sino también apoyo financiero para el mismo. Fue algo inevitable, pues, cuando en 1908 el Sevilla FC decidió comprar camisetas de fútbol con rojas y blancas, que el club español acudiese a Sunderland en busca de ayuda. John Wood, uno de los miembros británicos del club y capitán del SS Cordova, un barco de vapor con sede en Sunderland, fue el encargado de llevar las camisetas de fútbol a Sevilla, siendo los antiguos miembros del club, MacColl y Pollock, quienes gustosamente proporcionaron dichas camisetas para el equipo. Los jugadores del Sevilla FC han lucido orgullosamente los colores rojo y blanco desde entonces, vistiendo la camiseta rayada ininterrumpidamente hasta 1921.” 
La historia del vapor “Cordova”, de forma más detallada la podéis encontrar en los dos post que le dediqué en mi blog http://historiasdelsevilla.blogspot.com/2011/06/el-vapor-cordova-ii-el-fantasma-blanco.html .
A lo largo de nuestra historia y por diferentes circunstancias nos hemos hermanado con otros clubes y aficiones, Depor o Schalke 04 por ejemplo, no estaría demás que algún día, hagamos nuestro particular homenaje a este otro equipo tan fundamental en nuestros inicios y con el que hoy, 130 años después, seguimos compartiendo tantas cosas en común.

Sevilla Til I died – Sunderland Hasta la muerte




martes, 11 de diciembre de 2012

... Y EL ARBITRO PIDIO PERDON


Aún resuenan los ecos de la injusta expulsión, televisiones, periódicos, radios... ¿habrá alguien que aún no se haya enterado?, difícil ciertamente.

Roja y a la calle, "..consulta con el linier..", "... lo verás en la televisión..", "...te has equivocado...", le decían los jugadores arremolinados en torno a él,  todo para nada, cuando el trencilla de turno saca la roja ya no hay vuelta atrás.

Ahora vendrán los comités para, a lo sumo,  perdonar el partido de suspensión, pero los puntos perdidos, esos ya no te los devuelve nadie.


Pero reconozcámoslo, a veces somos injustos con ellos, son humanos y como tales, también se equivocan, ¿alguno de nosotros no lo hace en su trabajo?, ¿no te vas malhumorado a tu casa cuando sabes y eres consciente de que no lo has hecho bien?... pues ellos seguro que también, reconocerlo es lo difícil.


Pero hete aquí que por primera vez desde que tengo uso de razón futbolística, me encuentro con la noticia de que este árbitro reconoce su error públicamente, ¿sorprendido?, ¿que no te habías enterado?, una pena que este tipo de gestos no tengan la misma repercusión mediática que el imperdonable error que días atrás había cometido.

Wolfgang Stark pitó penal inexistente, expulsó a un jugador de Dortmund y condi-
cionó el partido que el bicampeón alemán perdió al final por 3-2 ante el Wolfsburgo.

A estas alturas tú, amable lector, ya habrás adivinado que el árbitro no es otro que el alemán Wolfgang Stark, (¿pero en quién estabas pensando?). "En ese momento creí ver con claridad que el jugador había parado el balón con la mano. La repetición en televisión muestra que no fue así. Fue un error de percepción. Me equivoqué y naturalmente lo lamento", dijo Stark en declaraciones difundidas por la plataforma digital Skype.

¿Cundirá el ejemplo?, ahora que caigo, !!! pero si a nosotros nos ha pasado algo parecido en la última jornada !!!, igual Muñiz Fernández se entera de lo protagonizado por su colega de impronunciable nombre y mañana, bueno mañana no, igual pasado mañana, publica una nota de prensa pidiendo perdón y de paso, jurar y perjurar que lo de volver a expulsar a Reyes fue pura coincidencia.


En fin, dejemoslé reflexionar, quizás el hombre, tras el paso de los días y con la mente más "fría", recapacite y a todos nos sorprenda, de momento lo hará en un sitio ideal para ello con algún otro conocido y prometo que seré yo el primero, desde este mismo blog, el que lo cuente, pero esa ya será otra historia, una de esas otras.... "Historias del Sevilla".




sábado, 3 de diciembre de 2011

NITA, ¿LA PRIMERA SEVILLISTA?

Mi nombre es Ana Carmona Ruiz, nací el el 16 de Mayo de 1908 en el popular barrio malagueño de Capuchinos. Era la menor de cuatro hermanos y desde muy pequeña mi pasión por el football no  dejó de crecer día a día.

Mi padre, Andrés Carmona, trabaja como estibador en el puerto de Málaga, cada vez que podía me escapaba para, con la excusa de ir a esperarlo a la salida de su trabajo, disfrutar viendo a aquéllos marineros ingleses dando patadas a aquélla pelota en las explanadas de descarga del muelle.

Mis primeros recuerdos como footballier se remontan a mi juventud, en los terrenos que colindaban con la fábrica de artillería, lo de que una chica jugara al fútbol no estaba bien visto en mi época y aunque logré durante un tiempo que mis padres no se enteraran, finalmente, aquéllos continuos moratones y magulladuras con los que volvía a casa, acabaron por delatarme, "Nita", así me llamaban, "...el fúbol no es cosa de damas...", para colmo, mi tío, médico de profesión, aseveraba que ese deporte era perjudicial para la estructura corporal de la mujer, llegando incluso a aconsejarle a mis padres que me mandaran a Vélez-Málaga para sacarme de aquél entorno footbaalistico que creían tan perjudicial para mí... todo fue inútil, me encantaba a aquél juego.

ANITA CARMONA RUIZ
Foto gentileza de Jesús Hurtado Navarrete
Para disimular mi naturaleza de mujer, los gorros de lana que los delanteros y defensas usaban para evitar los cortes de la hebillas del balón, me servían para recoger mi rizada melena y me vendaba con una faja alrededor del pecho, era el año de 1921, año en el que conocí al Padre salesiano, Don Francisco Míguez, otro entusiasta como yo del football y que gracias a él y a su complicidad, pude disfrutar de este bendito sport como nunca hubiera imaginado.

El padre Míguez había nacido en la localidad orensana de Corvillón y muy joven, con diecisiete años, se trasladó a Sevilla para iniciarse como novicio en los Salesianos de la Trinidad, corría el año de 1905 y el football, también allí, comenzaba a tener un gran número de aficionados.

En sus tardes de paseo, justo al lado de donde realizaba su noviciado, en los terrenos cercanos a una fábrica de vidrio, solía coincidir con un animoso grupo de chavales jugando a la pelota, no sé si alguna vez llegó a atreverse a jugar con ellos, si para entonces estaba mal visto que una dama como yo lo hiciera, qué dirían si vieran a un novicio con su sotana corriendo tras un balón, o lo que es peor, corriendo delante de aquéllos guardias que a menudo salían tras ellos por ser un sport que atentaba contra el decoro y que resultaba ser altamente escandoloso, sin embargo, él vio algo más en ese sport que algo meramente escandoloso para la sociedad, el fortalecimiento del espíritu a través del fortalecimiento del cuerpo.

Sus casi quince años de estancia en Sevilla le sirivieron al padre Miguez para ver crecer la primera sociedad de football en aquélla ciudad y que recibió el nombre de Sevilla Football Club, precisamente alguno de sus fundadores eran algunos de aquéllos chavales que durante mucho tiempo viera jugar al lado de su seminario, fue tal el cariño y admiración que le tomó a aquél Club que quiso traerse algo de él, así fue en aquél año de 1921, en mi barrio de Capuchinos, fundaría el Sporting Club.

Poco a poco, con la complicidad del Padre Míguez, me fui incorporando al Club, primero de ayudante de masajista, siendo además la encargada de lavar las equipaciones de los jugadores, labor para la cual y para que mis padres no se enteraran, contaba con otro, mejor dicho, otra, cómplice, mi abuela, ya que era en su casa donde lavaba y tendía las equipaciones de los que, en poco tiempo serían mis futuros compañeros.

Muy poco tiempo después ya formaba parte de la delantera del Sporting, siempre en los partidos que jugábamos fuera de mi barrio, siempre debajo de aquél "disfraz" de hombre que debía usar, aún así no fueron pocos los partidos que no pude disputar debido a la negativa de jugadores de equipos rivales que ya me reconocían quien sabe si temerosos quizás de que mis habilidades de delantera fueran superiores a las suyas como defensas.

Quero con la camiseta y escudo del Sporting
Foto gentileza de Jesús Hurtado Navarrete
Aunque cada vez eran más largos mis exilios forzosos a Vélez, (en aquél barrio al final se sabía todo), no por ello dejaba de jugar, a escondidas eso sí, de mis tíos y con la ayuda de Barranquero, capitán del equipo, a la sazón primo de Quero, compañero mío del Sporting, formé parte de su equipo, equipo en el cual y debido a mi "doble" vida como hombre en el campo y mujer en la calle, me pusieron el cariñoso apelativo de "Veleta", fue tal el cariño con el que me acogieron en este Club que incluso cuando fue inaugurado el estadio de la localidad, el "Tejar de Pichilín", hice las veces de dama de honor junto a la madrina del campo, Dolores Castaños, si bien sabedores de mi afición, terminé jugando aquél partido sustituyendo a Vivar.

Fueron, sin duda, los mejores años de mi vida.

Sin embargo, todos los sueños tienen su final, y el mío como footballier llegó con la creación de la Federación Sur y la Junta Local de árbitros y con ellas la prohibición expresa de que las mujeres pudieran jugar al football, pocos años después, en Agosto de 1936, moría fusilado por tropas milicianas el que fue mi gran valedor, el Padre Míguez, aquél humilde y visionario cura que desde Sevilla trasportara aquél sueño de hacer un nundo mejor gracias al fútbol con ese escudo en forma de corazón y que para siempre llevaría grabado en el mío.

PD: Anita Carmona falleció a la edad de 32 años, víctima de una fiebre exantemática, la conocida entonces como "el piojo verde". Fue enterrada con la camiseta del Sporting Club en presencia de muchos jugadores y compañeros que compartieron con ella partidos y alineaciones "secretas".

Dedicado a todas esas sevillistas footballiers o no y en especial a nuestro equipo femenino del Sevilla 

Agradecimiento especial a Jesús Hurtado Navarrete autor del blog http://velezedario.blogspot.com/ 



domingo, 26 de junio de 2011

EL VAPOR CORDOVA (II) EL FANTASMA BLANCO

Hace casi un año comencé a escribir este blog dedicando mi primer post al famoso “Cordova”, barco del que nos contaron que algunos de sus marineros formaron parte de aquél incipiente Sevilla F.C.

Al final de aquélla primera parte anunciaba que en la siguiente entrega trataría de arrojar algo más de luz sobre cuál fue su final y todo lo que rodeó a sus viajes en los cuales, en muchos de ellos tras sus atraques en puertos y  capitaneados por el inefable capitán Wood, aprovechaba para disputar algún que otro “match de football”.

Realmente no pensaba que esta segunda parte, seguramente no la última, la iba a tener que demorar tanto en el tiempo, sin embargo, a medida que iba indagando más y más, los enlaces e intrahistorias con las que me iba encontrando provocaron que sea un año después, aún sabiendo que serán muchos los detalles que aún me falten, que no haya podido hasta ahora compartir con todos vosotros lo que durante estos meses he podido descubrir.

La primera gran sorpresa me la llevé con la fecha y relato de su hundimiento, 27 de Diciembre de 1893 en el Cabo de Palos, en la zona de Islas Hormigas frente a las costas de Cartagena. El relato del accidente viene perfectamente recogido en el informe del Board Room of the Sunderland Union Offices” , organismo británico que en aquélla época se encargaba de analizar todos los accidentes sucedidos a buques, informe tras el cual, llegado el caso, podía incluso sancionar a los propios armadores y dueños de los barcos así como a sus capitanes, resumidamente el informe decía:

(N º 4848.) "Córdoba" (SS) Acta de la Marina Mercante de 1854 a 1887. referente al asunto de la investigación formal celebrada en la sala de juntas de las oficinas de la Unión Sunderland, John Street, en el término municipal de Sunderland, en el días 26 y 27 de enero de 1894, ante James Stokoe y ROBERT APPLEBY Bartram, dos de los jueces de Su Majestad el Rey de la Paz para el Municipio, con la asistencia de los capitanes WARD y RICHARDSON, asesores en Náutica, referentes a las circunstancias que rodearon la pérdida del vapor británico "CORDOVA", de Sunderland, tras encallar a dos millas de Faro Hormigas, España, el 27 diciembre de 1893.
Informe del Tribunal de Justicia.
El Tribunal, después de haber investigado cuidadosamente las circunstancias que rodearon el accidente antes mencionado, decide, por las razones indicadas en el anexo, que la pérdida de este barco fue causado por un error de cálculo por parte del capitán, en la alteración en el curso cerca de las 11 horas del 27 de diciembre pasado. La Corte no encuentra al capitán, Thomas Frostick, culpable de tal siniestro.
Fechado el día veintisiete de enero de 1894. Â  (Firmado) JAMES Stokoe, Jueces. Â  Â RA Bartram 

El "Córdoba" era un buque a vapor británico. Era propiedad del señor John Tully and others, de Sunderland, el Sr. Tully es el propietario y gerente designado, y estaba bajo el mando del Sr. Thomas Frostick, con certificado de competencia como capitán, número 5508.
El "Córdoba" partió de South Shields, el 16 diciembre de 1893, con destino a Barcelona. Tenía una tripulación de 22 hombres en total y cuatro pasajeros y su carga consistía en aproximadamente 1.940 toneladas de carbón. 
Aproximadamente a las 10.40 horas del 27 de diciembre del Cabo de Palos se pasó a una distancia estimada de 1 1 / 2 millas, el clima en ese momento era suave y tranquilo y navegaba a una velocidad, de alrededor 8 nudos, alrededor de las 11,20 el barco golpeó un objeto sumergido. Inmediatamente el barco comenzó a inundarse y a pesar de los intentos de achicar el agua, todos fueron inútiles
En ese momento otro barco de vapor fue observado y tras las señales de auxilio fue en su rescate, este vapor resultó ser el "Heindal", de Bergen. Los cuatro pasajeros fueron trasladados a él, con una cuerda entre los dos barcos se trató de remolcar el "Córdoba" a Cartagena. Poco después la cuerda se rompió y a las 3 pm el buque se hunde. La tripulación fue trasladados al "Heindal” también.
El "Heindal" continúo viaje hasta Alicante donde la tripulación y los pasajeros desembarcaron de forma segura.
La Corte es de la opinión que el maestro sobreestimó su distancia a la costa al pasar por Cabo de Palos estando más cerca de la costa de lo que esperaba siendo esa la causa del siniestro. 

 En la hemeroteca digital de San Sebastián aparece un diario de la época haciéndose eco de la noticia


Es un artículo escueto pero muy interesante, por una parte nos da el nombre del consignatario del buque D.C.B. JENSEN, de igual forma, nos proporciona los nombres de algunos de los otros barcos que componían la flota, "Lord Eslington", "Poderosa" y "Río Tinto".

Gracias a la "Mystic Seaport" encontramos los nombres de otros capitanes y compañeros de Frostick, capitán del malogrado "Cordova": Salmon; Wishart; Mackie y WeltonEn este directorio sólo está recopilado hasta el año 1900, nuestro Wood se incorporaría a la flota un poco más tarde.

De la misma forma podemos localizar los otros barcos que componían la flota, así, a los ya mencionados habría que añadir el nombre del  "Toledo".

Llegado hasta aquí, aún no está resuelto el misterio de cómo, si el "Cordova" se hundió en 1893, años después, el capitán Wood aparecía capitaneándolo a orillas del Guadalquivir, la respuesta una vez más, la encontramos en http://www.wrecksite.eu/Wrecksite.aspx , la mayor base de datos relativa a hundimientos de   barcos del mundo.

El propietario del "Cordova", John Tully , tras su hundimiento, mandó construir un nuevo barco, esta vez de mayor tonelaje que el anterior, concretamente de 2284 toneladas, con la curiosidad de que a este nuevo barco lo llamaría también.... "Cordova".

A diferencia del primero, quién sabe si no fiándose ya del anterior constructor, se lo encargó a los astilleros "Short Brothers", también de Sunderland, el más importante de todo el Reino Unido de la época.


Aún faltaría demostrar la relación de Wood con John Tully y sus "Cordovas", si bien, como ya he comentado, Wood no llegó a capitanear aquél primero de la saga, gracias a una heroica gesta de uno de sus compañeros de flota, ésta quedará contrastada, así fue recogida en el "Victoria Daily Colonist" el 7 de febrero de 1908.



Los periódicos ingleses cuentan de la entrega de una copa de plata al capitán del vapor Cordova John Wishart, en Sunderland, en reconocimiento a su valor en el rescate de la tripulación del barco noruego Ida que se hundió en el Golfo de Vizcaya en febrero de año pasado. El Capitán Wishart estaba al mando del vapor Cordova, y durante la noche captó señales de auxilio del Ida. Al amanecer envió una embarcación a la tripulación noruega para ponerla a salvo. El capitán del navío noruego al principio no quiso dejar su barco, pero el capitán. Wishart ordenó lanzaarlo al mar para así ser rescatado junto al resto de la tripulación.

En el curriculum de Wishart también quedaría anotado, esta vez en su debe, como capitán del Toledo, hundido años antes, hundimiento del que le hicieron responsable, curiosamente, aunque nacido en Aberdeen (Escocia), vivió en Sunderland la mayor parte de su vida tal y como aparece en su árbol genealógico. Una vez más esta ciudad vuelve a aparecer, ¿sería también la ciudad natal de nuestro John Wood?.

Sea como fuere, de esta manera quedaría demostrado, a través de su compañero Wishart, la relación de Wood con este segundo "Cordova", junto a los ya nombrados Salmon; Wishart; Mackie y Welton intercambiaban, como si de un equipo de fútbol se tratara, la capitanía de cada uno de los buques de la flota.

John Wood
Para entonces, Wood y sus compañeros de tripulación ya habían jugados muchos partidos, no sólo en Sevilla, también Barcelona fue testigo de muchos de esos encuentros, "El Mundo Deportivo" los días 5 y 12 de Marzo de 1908 se hace eco de dos de ellos.


Años después, con motivo de la Primera Guerra Mundial, la armada británica decomisó la mayor parte de los barcos pertenecientes a compañías privadas, el Cordova sería uno de ellos y como muchos resultó hundido por los buques alemanes.

El 12 de Diciembre de 1917 el Cordova formaba parte de un convoy junto a los cargueros de bandera noruega: Bollsta, Kong Magnus, Bothnia, Maracaibo y Torlief, con la seguridad de que los tratados internacionales obligaban a no atacar a convoyes que navegaran bajo bandera de países neutrales, sin embargo los alemanes advirtieron de que no respetarían dicho tratado en el caso de que éstos fueran escoltados por buques aliados. Este era el caso, el convoy estaba escoltado por los destructores británicos HMS Pellew y HMS Partridge, escusa suficiente para los alemanes, los cuales, a las 11:45 horas iniciaban el ataque con cuatro destructores, el G-101, el G-103, el G-104 y el V-100. 

El destructor alemán G-101
Casi de inmediato el Partridge fue hundido y el Pellew inutilizado, el resto del convoy, incluído el Cordova, corrieron la misma suerte que el Partridge, hundidos frente a las costas de Noruega.


Casualties of  S.S. CORDOVA


TOWER HILL MEMORIAL, London, United Kingdom
S.S. Cordova (Sunderland), Mercantile Marine.
Drowned, as a result of an attack by enemy destroyers 12th December 1917
FLEMING, Ship's Cook, Peter. Age 59.
Born at Greenock.
NELSON, Able Seaman, August Melcher. Age 57.
(may have been named NILSSON).
Born at Boda, Sweden.
SCOTT, Cabin Boy, John.  Age 16.
Son of Ralph and Mary Ann Scott, of 154, Alfred St., South Shields.


Y la de prisioneros:


Captain WARD, C  H, Age 42, Place of birth Sunderland

ANDERSON, Charley, 29, Finland
ANDERSON, G, 24, Finland
BAILLIE, William, 53, South Shields
BESSENSEN, Harold, 21, Cape Town
BURLINSON, James, 50 Sunderland [transferred to Switzerland 1918]
DAVISON, John, 36, Sunderland
CLEARY, James, 39, Rochdale
FORSTER,  L  E, 24, Durham
GARDLUND, O, 42, Sweden
HABBERSHAW, A, 29, Hull
HARRISON, Thomas D, 43, Houghton Le Spring
HENDERSON, John Murray, 60, Aberdeen
JACOBSSON, John Leonard, 31, Sweden
McBAY, James, 35
MILLER,  J , 44, London
KARNUP, Edward, 21, Russia
KELLY, John, 49, Sligo [transferred to Switzerland 1918]
LEVITT, James W, 28, West Hartlepool
PRIOR, G H, 60, Portsmouth
SCOTT, J V, 16, South Shields
THORNTON, Lewis, 19, Bradford
TIHTERS, J, 30, Riga

Efectivamente su capitán no era John Wood, sino un tal Ward (que casualidad, nacido en Suderland), a día de hoy no sabemos que fue de él,  su pista se pierde allá por 1909 tras uno de sus últimos partidos con el Sevilla, ¿qué sería de él?, ¿acabaría también sus días a bordo de uno de aquéllos vapores de la época?, quizás se retirara a su ¿Sunderland? natal..... pero esa ya será otra historia, una de esas otras.... "Historias del Sevilla"

lunes, 20 de junio de 2011

CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE DEL SEVILLA F.C.

Señor Presidente del Sevilla Fútbol Club.

Son muchas las voces que se alzan por la falta de información sobre lo que está ocurriendo con el Museo del Sevilla FC. La información sobre este asunto de interés llega a cuentagotas y nunca de una forma clara.
Entendemos que una Sociedad como el Sevilla FC debe buscar recursos económicos permanentemente y rentabilizar la mayoría de las inversiones que realice para poder ser competitivo en el panorama futbolístico mundial. Sería absurdo pensar lo contrario y somos perfectamente conscientes de ello.
Pero también creemos que no todo debe verse desde la óptica de la rentabilidad económica, hay otro tipo de “rentabilidades” para el sevillismo, como es el recreo y la abundancia en lo que nos ha dado la gloria. Una de estas muy pocas cuestiones, es la de que el sevillista pueda ver, vivir, revivir su historia materializada en forma de documentos, trofeos y distintos objetos conseguidos desde los inicios de la Sociedad.
No maginamos un futuro donde las Copas de la UEFA, las Supercopas, los trofeos al mejor equipo del mundo, las Copas de España, no puedan ser observados, admirados y que puedan asombrar, maravillar y encandilar al sevillismo. No concebimos que -en ese futuro que imaginamos- no se puedan rendir honores y homenaje al presidente que lo consiguió, ni a las personas que le rodearon para ayudarle, ni entendemos que la ‘Generación del Centenario’, con esos magníficos jugadores que nos alzaron a esa gloria infinita, no sean recordados como se merecen. Un Centenario puesto en marcha por usted mismo con gran éxito.
Aun así pensamos, creemos firmemente, que un museo sevillista siempre podría ser rentable, o cuanto menos que no crease pérdidas al Club y no es algo que la Sociedad anónima deportiva blanquiroja deba plantearse en comparación con otras sociedades y si lo hace debe verlo desde el punto de vista de que, las que nos rodean muy cercanamente, ya han hecho las inversiones necesarias para que sus museos sean puestos en marcha para goce de sus aficiones. No nos referimos a clubes como R. Madrid o FC Barcelona, que hace tiempo ya, mucho tiempo, que encontraron la forma de rentabilizar en todos los aspectos, no solo el económico, sus museos que hacen las delicias de sus aficionados.
El Sevilla FC no puede permitirse de ninguna de las maneras no poner en marcha un museo como se merece, sea rentable económicamente o no.
El sevillista que viaje no puede ver con desazón cómo en otras ciudades –o en esta misma- puede visitar un espacio dedicado a la historia del fútbol sin que tenga para sí, delante de sí mismo, aquello que nos convierte en el mayor y mejor Club del sur de España, porque el mayor y el mejor no quiera ponerlo en marcha. El mejor no solo debe serlo, sino parecerlo.
No entendemos cómo los museos de otros clubes españoles son rentables, sea esta rentabilidad del tipo que sea y aún de equipos más pequeños, y no lo es para el Sevilla FC.
Es por ello por lo que apelamos a su sentido común. Le emplazamos a que se reúna con los agentes necesarios y entendidos en estos temas de la historia sevillista para, al menos, cotejar las posibilidades, la viabilidad, de poner en marcha tan importante proyecto, que no solo consiste en la exposición de objetos, sino de la catalogación, conservación y estudio de los mismos para conocimiento general del sevillismo y no permitir nunca su desarraigo.
Sabemos de su interés por la Historia sevillista. Sabemos de sus ansias por conocerla. Sabemos de su apoyo permanente y constante en estos asuntos. Sabemos de sus reuniones para conocer los últimos descubrimientos históricos, nadie mejor que usted sabe del trabajo realizado. Gracias a ello hoy tenemos en propiedad una Copa de España y que gracias a esto no acabó bajo un autobús aplastada. Gracias al conocimiento de la Historia pudo conseguirse y a su apuesta por ello.
En nuestra memoria tenemos permanentemente el recuerdo de Agustín Rodríguez, historiador del Sevilla FC, que nos expresó en innumerables ocasiones la importancia que tenía para el Club una exposición de estas características. Y sabía de qué hablaba.
La Asociación de Sevillistas en la Red, Pepe Brand, que aglutina más de 150 blogs, páginas web y foros sevillistas, una blogosfera considerada la mejor y mayor de España, con un seguimiento de más de 100.000 lectores en su conjunto y que está a la altura del Club que usted preside, publica al unísono esta carta abierta dirigida a usted, sabiendo de sus declaraciones hechas recientemente, en las que manifestaba que el Museo debía continuar y no solo eso, sino que había que reforzarlo.
Sin más, reciba usted un cordial saludo.

VIVA EL SEVILLA FC
POR UN MUSEO SEVILLISTA, DONDE HABITAN LOS SUEÑOS QUE SE CUMPLIERON.

jueves, 16 de junio de 2011

POR UN MUSEO DIGNO Y RENTABLE

Por José Enrique Vidal

No hace mucho, viendo las noticias en televisión mientras desayunaba (que yo soy de los que desayuna en casa con la familia antes de ir al trabajo), contemplaba con envidia unas entrevistas realizadas a aficionados del FC Barcelona sobre el posible fichaje de Fábregas, en pleno museo barcelonista: unas instalaciones inmensas, cómodas, resplandecientes, diría incluso que lujosas, completamente abarrotadas de público.

Ciertamente los catalanes lo llevan ganando casi todo en los últimos tiempos, y eso favorece sin duda la afluencia del personal. Sabemos además que los culés tienen mucho “aficionado cateto” (que nadie se ofenda por la expresión), de esos que cuando pasa por la ciudad condal acude allí a hacerse fotos igual que el guiri que viene a Sevilla a fotografiarse con la Giralda, o yo mismo cuando viajo por el extranjero, sin ir más lejos, delante de cualquier estatua típica o lugar pintoresco.

Posiblemente para el Sevilla F.C. nunca podamos aspirar a un Museo como el del F.C. Barcelona, ya lo sé, pero sí que es legítimo aspirar a un Museo digno de nuestra Historia y también rentable.

Lo primero, la dignidad de nuestro Museo, no tiene excusas.

Lo tiene el Club hecho, al alcance de su mano, basta con darle la oportunidad de aportar sus conocimientos a los Guardianes de la Memoria o a cualquier otro sevillista capacitado para ello, que haberlos haylos, y cada día, más.

No se debería permitir, y por ello, es indigno y de Tercera División, que hoy tengamos en el acceso al antepalco una vitrina dedicada a la Copa de España de 1935 y otra dedicada a la Copa de 1939, adornada la primera con documentos y fotos de la final de 1939, y la segunda, lo mismo pero de 1935. Están confundidas las finales; las fotografías y recuerdos están mezclados. El que puso así las vitrinas, sin duda cualquier bienintencionado empleado, simplemente no tenía ni pajolera idea de lo que estaba haciendo. Lógico.

Pero no es tan complicado evitar esto. Y además es gratis.

Los investigadores sevillistas ya han demostrado con creces su voluntad de colaborar desinteresadamente en tareas como ésta, si de verdad desde el Club se quieren cuidar los detalles. Hablamos de personas a los que sólo une con el Club un lazo accionarial y/o de abonado, amén del vínculo sentimental, y que sacan su tiempo de donde no lo tienen para servir a la institución en esta pequeña parcela.

El segundo objetivo del Museo, por imperativo del Señor Vizcaíno, que no del Presidente Del Nido, según declaraciones de ambos en las últimas ediciones de La Red Blanca y Roja y La Bombonera, respectivamente, debe ser la rentabilidad.

Pero, ¿cómo se mide la rentabilidad?

Para mis humildes entendederas, hay rentabilidades inmediatas, tangibles, puramente pecuniarias, pero también rentabilidad espiritual, de gozo, de imagen.

Dice el refrán, “no solo de pan vive el hombre”.

Parece mentira que hayamos olvidado eso de vender ILUSIÓN.

¿Es o no rentable sentir asombro, admiración, apabullamiento, visitando un Museo decente, que exponga el poderío del mejor Club andaluz de todos los tiempos?

¿No es rentable acaso que, en esa búsqueda de posicionamiento internacional de la que tanto se habla desde el departamento de Marketing, recibamos visitas de aficionados extranjeros, aunque sea sólo cuando se disputan partidos europeos, a un Museo que demuestre la verdadera categoría del Sevilla F.C.?

¿No es rentable, en definitiva, la imagen del Sevilla, su prestigio, sus valores?

¿Y qué mejor imagen que el Museo, tu casa, tu Historia, cuando como le sucede al Sevilla, se acumulan méritos sobrados para presumir de ellos?

Busquemos el razonamiento del absurdo.

¿Se entendería que la Macarena o el Gran Poder cambiasen su saya o su túnica por algo estrafalario para buscar más visitas a sus templos?

¿Sería comprensible que el Consejo y las hermandades decidiesen que ambas imágenes desfilasen, qué digo yo, el Sábado Santo, para atraer más turismo y que se generen muchos más ingresos en esta fecha?

¿Dónde está el límite entre lo intocable, lo sagrado, cueste lo que cueste, y lo negociable?

No creo que la conservación y disfrute de la camiseta internacional de Marcelo Campanal (que con tanta ilusión donó), la taquilla de Antonio Puerta, los títulos del siglo XX, Liga, Copas y Copas de Andalucía, los viejos carnés o los primeros estatutos de 1914, deban estar sujetos a un determinado rendimiento económico, ni postergados en un rincón secundario del Ramón Sánchez-Pizjuán, como si fuesen un estorbo.

La historia del Sevilla no empezó en el tercer milenio, ni en la era del triunvirato Del Nido-Cruz-Vizcaíno.

Y no sólo eso.

Aproveche el Museo, Sr. Vizcaíno, Míster Rentabilidad, aprovéchelo para transmitir también todos aquellos proyectos e iniciativas en las que el Sevilla actual, el suyo, se encuentra inmerso.

Aproveche usted para que el Museo muestre también al mundo la vertiente solidaria del Club, su Fundación, su colaboración con instituciones, el “Sácale partido al Cole”, el “Mundialito de la Inmigración” o la Escuela Antonio Puerta, el increíble historial de partidos benéficos que jalonan la historia sevillista, sus contribuciones desinteresadas, sus compromisos sociales, incluso su organigrama, sus estructuras, su Cantera.

TODO eso puede exponerse en el Museo, de manera que quien lo visite se quede prendado de la Historia y del Presente de nuestro Sevilla.

Si queremos explotar la marca Sevilla F.C., empecemos por el corazón que le da vida, su patrimonio, su pasado, su pedigrí, desde el mismo núcleo esencial del estadio de Nervión, con un Museo a la altura de la imagen que queremos proyectar al exterior.

Hagámoslo de manera que cualquier visitante se quede impresionado por la complejidad y por la GRANDEZA del Club, más allá de lo meramente deportivo.

Es otra nueva oportunidad para el “Nosotros a lo nuestro, y los demás que nos sigan copiando”, esa realidad que es la envidia de muchos.

Somos los líderes del fútbol andaluz, se nos llena la boca afirmándolo, pues ejerzamos de ello, fardando de Museo, presumiendo de Pasado, Presente y Futuro.

Hablar de un Museo en términos exclusivamente económicos, es cutre, basto y soez.

Es algo que, con todos los respetos, no puede esgrimirse como excusa para cargárselo o para inventarse un sucedáneo de tal estilo Hard Rock Café, en el que se mezclen documentos delicados, trofeos, banderines con más de un siglo de antigüedad con fritangas aceitosas y olores a podrido.

Menos aún cuando muchos de esos documentos fueron aportados por familiares y descendientes de personajes clave de nuestra Historia, para que fuesen expuestos con dignidad, no para hacer con ellos cartuchos de pescaíto frito. ¿Es que hay alguien medianamente razonable que tenga expuestos sus más preciados recuerdos familiares en la cocina de su casa?

Sepa usted, Señor Vizcaíno, que si persiste en su deseo de inmolar el Museo, no vamos a ponérselo fácil.

Como poco, patalearemos. Es lo que nos queda a los románticos.

Pero antes le lanzaremos nuestras ideas, sí, ideas para un Museo digno y rentable.

Aquí tiene algunas: una buena tienda para explotarlo, como cualquier otro museo de cualquier cariz en el mundo, una tienda que venda camisetas retro, reimpresiones de carteles históricos, maquetas del estadio, libros, fotografías, material multimedia, un paseo de la fama sevillista con losetas con el nombre de nuestras estrellas, sus huellas, etc.

Y tendrá más si quiere escucharlas, se lo aseguro.

Eso sí, urge inventariar, clasificar, documentar, incluso recuperar, todo el patrimonio del Club, tenerlo controlado y darle el espacio que se merece.

Y urge proporcionar un mínimo lugar de trabajo, sólo eso, a los investigadores para que puedan estudiar ese patrimonio, cuidarlo y sacarle partido, para avanzar en el conocimiento de nuestra Historia.

Confieso que duele especialmente que se esgrima la supuesta falta de rentabilidad del Museo como arma arrojadiza para eliminarlo (o para convertirlo en algo indigno, que es lo mismo) por parte precisamente del responsable de hacerlo rentable.

Tiene su punto de ironía, ¿verdad?

Se podría decir que nuestro Subdirector de Marketing ha fracasado, que es ÉL quien no ha conseguido que el Museo sea rentable, ¿consciente o inconscientemente?

Se podría decir que Míster Rentabilidad gana unos emolumentos nada despreciables, un muy buen salario, entre otras cosas, que se justificaría para que fuese capaz de sacarle rendimiento económico al Museo.

Pues ahí tiene el reto.

Porque puestos a hablar de rentabilidad económica, con datos fríos y objetivos, yo también podría preguntarme:

¿Y usted, señor Vizcaíno, es rentable?

¿En la ecuación entre lo que usted percibe y lo que aporta al Club, y lo que percibiría y aportaría al Sevilla cualquier otro responsable de marketing con la mitad de su sueldo, hay algún diferencial?

Seguramente sí.

Pues demuéstrelo con el Museo, porque vender camisetas de Kanouté también las vendo yo.

Y termino.

Lo hago con un desiderátum.

Espero que el Presidente Del Nido sea consecuente con sus palabras y que el Museo se mantenga y refuerce.

De lo contrario, creo que seríamos muchos los sevillistas decepcionados. Tremendamente decepcionados.

Aquí y en el tercer anillo.

Y no quiero ni acordarme de Agustín.

En la modesta opinión de este socio, accionista y enamorado de nuestro Club, no se puede justificar lo injustificable, no puede sacrificarse todo por “treinta talentos de plata”.

Seguro que el Sr. Vizcaíno acepta el desafío de que el Museo siga vivo, dignamente, gane dinero o al menos no lo pierda, que ya sería suficiente, y sobre todo, que ese Museo sea el estandarte que asombre y permita presumir de su grandeza al Sevilla ante la visita de propios y extraños.

Por un Museo digno y rentable.

sábado, 23 de abril de 2011

San Jorge, los libros y el cementerio

Por Guardianes de la Memoria.


Hoy es 23 de abril y se celebra el día de San Jorge para los cristianos.
Contemplemos un par de minutos el cuadro de Tintoretto porque merece la pena.


También es el “Día del Libro” porque se supone que un 23 de abril fallecieron Miguel de Cervantes






Nada mas y nada menos. Así, a “botepronto”, puede que un triplete insuperable aunque y como en todo, haya gustos y gustos.
San Jorge es, también, el patrón de Inglaterra.


La bandera inglesa es una cruz de San Jorge. El rey Eduardo III de Inglaterra (de 1327 a 1377), conocido por promover el código de la caballería, fundó en 1348 la Orden de la Jarretera y nombró a San Jorge como su santo patrono.
El 27 de diciembre de 1993, un magnífico artículo de Martin Murphy aparecido en ABC nos contaba una historia curiosísima y que probablemente pocos sevillanos conozcan porque no se habla del Cementerio de los Ingleses en San Jerónimo.
En efecto, en Sevilla tenemos un cementerio para anglicanos de la misma forma que hay una Iglesia de ése culto, San Basilio, porque la colonia inglesa de finales del siglo XIX fue numerosa e importante. Hay crónicas (Church Reform in Spain and Portugal, Noyes H.E., Londres 1897) que aseguran en los primeros años llegó a contar con alrededor de mil adeptos.


 El Cementerio, hoy, corre peligro de desaparecer y no son pocas las voces que claman para que no ocurra.
Y hay historias sorprendentes (Francisco Palomares, fundador de El País y todo un personaje) y otras detectivescas:
¿Quién era Wilfred John Gilbert, de los Somerset Light Infantry…


…fallecido en julio de 1941 a los 24 años de edad? ¿Por qué está enterrado en Sevilla?
En julio de 1941 Europa estaba inmersa en la II Guerra Mundial y recordemos que España se alineaba con el Eje de Hitler y Mussolini, por lo que un soldado inglés en suelo hispano parece fuera de lugar. ¿Tal vez algo parecido a la Operación Mincemeat? Léanla, por favor. Es apasionante.
“La única tumba de guerra de la Commonwealth británica en el cementerio de Sevilla es un (Extraído de Commonwealth War Graves in Andalucía, publicado en 2009)
El artículo de Murphy relata perfectamente las circunstancias que rodearon la creación de un cementerio para una fe que la incomprensible cerrazón de los católicos de entonces, echaron a las afueras, lejos del de San Fernando.
Y como las relaciones entre los escoceses e ingleses creadores del football y el Sevilla F.C. son incontestables, movimos hilos hasta que Lynda, de la Asociación San Jorge, nos permitió entrar allí.

En lugar de honor destaca la tumba de D. Juan Cunningham…


…de cuyas andanzas sevillanas y de negocios podemos leer noticas aquí, aquí o aquí.

Pero si Juan Cunningham tuvo que ver con el football hispalense, vean lo que encontramos en el Cementerio de los Ingleses:



Pues es la tumba del doctor Mr. John Sydney Langdon.
Sobre Langdon ya se ha escrito mucho (aquí, aquí, aquí, aquí…) y su papel en la creación del Sevilla Foot Ball. Es uno de los pioneros, uno de los “protos” y estaba allí cuando vimos llegar los primeros balones a Sevilla. Su pasión por la ciudad del Guadalquivir fue tal que terminó sus días en suelo sevillano.
Salud, amigo.

Un poco más allá, encontramos (sin lápida), el lugar donde descansan los restos de Adam Kirkwood (consta en el registro que es la suya). Miren la fantástica foto, su indudable aspecto inglés y el escudo de la camiseta. 



Mas allá, la de John Morris Mandy


Apellidos ilustres, anglo-sevillanos, que nos trajeron la pasión y que en los terrenos centrales del Hipódromo de Tablada nos enseñaron los primeros pasos de lo que mas tarde sería la Escuela Sevillista.


Pero si hay una imagen tierna que podamos extraer del Cementerio de los Ingleses, esa es la tumba de Gilbert, primer hijo de Mr. Johnston, vicecónsul comercial inglés en Sevilla. Más tarde perdería también a Edward en la I Guerra Mundial.


Gilbert Farquharson Johnston, nacido el 23 y fallecido el 24 de Junio de 1880. Un día de vida para el hijo del primer Presidente del Sevilla Foot Ball Club.


Desde los corazones de los Guardianes de la Memoria, nuestro mas profundo agradecimiento a Lynda, amable representante de la Asociación San Jorge, por su cordialidad, por las facilidades que nos dio para poder tomar ésas fotos y por mostrarnos el archivo amarillento de la relación de tumbas.

Contigo, mano a mano 
busquemos otros prados y otros ríos, 
otros valles floridos y sombríos, 
donde descanse, y siempre pueda verte 
ante los ojos míos, 
sin miedo y sobresalto de perderte.

(Garcilaso de la Vega. Égloga primera)

Gracias en el día del Patrón de Inglaterra, en el día de los libros y en la memoria de los pioneros que se quedaron aquí para siempre.